Hablar del abecé es hablar de lo fundamental, de lo primario. Este precioso libro escrito por Cintia Roberts y Belén Campero, e ilustrado por Lui Mort, es una invitación a recorrer lo más profundo y conmovedor de ese sentimiento y a recuperar el lenguaje como un vínculo genuino, como una puerta que se abre para habitar el afecto y la sensibilidad. Es también un diccionario enfocado sobre aquellas palabras que nos acercan, que nos ayudan a definir las relaciones, el apego, el amor como un puente de palabra y de gestos. Es una bienvenida. Los abecedarios son un recurso eterno y perfecto para jugar con el lenguaje, los sonidos y, al mismo tiempo, aprender a relacionar ideas y conceptos. Es ese orden alfabético el que va a ofrecer un hilo del que aferrarse para hacer este recorrido mágico y encantador. Entonces, ese alfabeto es el que trazará un caminito sinuoso en el que vamos a poder leer que un Abrazo es un corazón que late en otro cuerpo; que Despertar es ver el mundo con ojos nuevos; que una Isla es un pedacito de tiempo para compartir o que la Voz es un instrumento que se usa para susurrar los secretos del mundo. En cada letra, el lenguaje toma nuevas formas de expresar el vínculo de ternura, integrando no solo las palabras, sino también el lenguaje corporal, ese silencio que a veces habla más que cualquier discurso. Profundo, alegre y poético, este pequeño abecedario es una pausa en un tiempo donde la rapidez de la palabra deja, muchas veces, poco espacio para sentir.