¿Aieka? ¿Dónde estás? La pregunta que Dios le hace a Adán. La primera vez que Dios habla. Y no es porque no sepa dónde está el hombre, es para que el hombre se pregunte y decida dónde está. Uno está donde está la cabeza, decía mi rabino. ¿Dónde tengo la cabeza entonces, ahora que me quedé sin rabino, sin abuela, sin vajilla? Estos poemas son las preguntas a esas preguntas. El duelo, las fuentes judías, la experiencia familiar, amorosa, contemporánea, la mitología y la errancia entre ellas. La escritura del otro lado de la mejitzá, colándose por los agujeritos. Lilith, la esposa de Lot, Venus, Eco, mi abuela Berta, mi bisabuela Catalina, la oveja Dolly, Tamara Kamenszain forman parte de un mismo universo que da vueltas, con propósito incierto.