Las historias que componen Anti-Miriam bordean el absurdo, la crueldad, privilegiando lo inesperado que se vuelve incontrolable. Alguien espía la intimidad de una pareja con síndrome de Down; un grupo de personas se juntan para que les extraigan sangre; una vendedora de carilinas con una mochila de oxígeno es permanentemente atacada.
Como una versión extrema y oscura de Cuentos crueles, de Abelardo Castillo, los narradores de estos textos examinan, sin pasión y despiadadamente, las conductas de sus personajes.
Con Anti-Miriam, Luciana Czudnowski confirma que se trata de una autora que consigue narrar, con humor, con originalidad, con belleza, situaciones que interpelan la fragilidad de los vinculos.