Como higuera en un campo de golf es un libro muy peculiar, publicado por primera vez en 1972. En él aparecen elementos literarios que antes no se escribían o, por lo menos, no estaban en el radar literario de aquellos años donde imperaban los poemas sociales, sobre revoluciones o el clásico poema de amor melodramático. No se corrían riesgos, todo era bastante simplón y cero experimental. No se aceptaban las mezclas de lenguajes o estilos (con la única excepción claro, de la antipoesía que escribía Nicanor Parra y tampoco la tenía tan fácil). El buen gusto quería imponer su deseo sobre otros deseos posibles. En este contexto la obra de Cisneros y en especial este libro y su libro anterior Canto ceremonial contra un oso hormiguero... se vuelven importantes. Este libro, como un pavo real, despliega su seductora cola de recursos literarios ya desde su título. Y es muy parecido al de un iconoclasta. Por un lado, lo que interpretamos como recursos literarios: la ironía, el humor, la crónica, el género, el poema de amor o el epigrama latino, la cita, el epígrafe, la intertextualidad, etc. Y por otro lado elementos que provienen del lenguaje de los medios y de la calle conformando un procedimiento de conexiones culturales, ideas, lecturas y relecturas para crear una poesía novedosa, inédita, moderna y muy incluyente.
Y es este poderoso sistema que hace que este libro sea fácil y difícil de leer y requiere por parte del lector mucha atención para no perder de vista la impresionante maquinaria de escritura que nos revela.
Humberto Anachuri