Shirley Jackson, autora de obras maestras como La maldición de Hill House y Siempre hemos vivido en el castillo, firmó también numerosos relatos; no solo «La lotería» (1948), cuya célebre aparición en The New Yorker causó tanto revuelo y que, durante décadas, fue la única obra verdaderamente conocida de una autora por lo demás relegada, durante largo tiempo, a los rincones del «género» (llámese horror gótico o terror). Autora cuyo genio literario por fin aflora con la fuerza que merece ante lectores de todo tipo.
Esta selección, coeditada con la editorial Minúscula e ilustrada por Carmen Segovia —cuya singularidad al retratar situaciones y personajes oscuros con una paleta cálida le ha valido numerosas distinciones— reúne once cuentos que revelan una mirada penetrante sobre la oscuridad que permea la vida cotidiana, combinada con un talento peculiar para valerse de narradores poco fiables y crear personajes tan retorcidos como aparentemente ordinarios y hasta respetables.
Aquí los límites entre lo real y lo sobrenatural acaban por desdibujarse entre costumbres o rutinas diarias y aterradoras: una esposa modélica que oculta pensamientos homicidas, un ciudadano ejemplar que podría ser un asesino en serie… En el mundo de Shirley Jackson nada es lo que parece y no hay lugar seguro.