Muriel Spark —autora de una gran imaginación novelística— decidió escribir su autobiografía sin contar nada que no pudiera probar documentalmente. No es justo afirmar que Curriculum vitae sea el resultado. Como ocurre a menudo, la imaginación no se somete al arbitrio de la conciencia, y el libro condensa las experiencias reales junto con la absorción simultánea de diferentes tramas que se advierten y yuxtaponen como insinuaciones y presencias.
Nacida el 1 de febrero de 1918, desde su infancia en Edimburgo hasta las circunstancias de la concepción y ejecución de sus libros más complejos, o sus aportes de espionaje al servicio de Reino Unido durante la Segunda Guerra, Muriel Spark, codiciosa acumuladora de detalles, nunca abandona ni se deja abandonar por coloraciones y matices que acompañan o empañan pormenores en apariencia nimios.
Currículum vitae es una interacción entre lo vivido y lo literario, que elude las posiciones cómodas y la inercia de la conclusión —o el veredicto— moral inmediatos. Cada personaje que aparece, por rápido que se desvanezca, siempre deja una estela. Tal vez gracias a la vivaz elocuencia de Spark, los retratos (o esbozos) de grandes escritores británicos cambien de signo: Evelyn Waugh depone su arrogancia; Graham Greene desiste de su donjuanismo estereotipado.
En 2018 se cumplieron 100 años del nacimiento de Muriel Spark. Con esta edición de su autobiografía, La Bestia Equilátera pone por fin a disposición del lector una vida extraordinaria del siglo XX.
Luis Chitarroni