Todo lo obvio deja de serlo en este viaje por el mundo inagotable de las cosas, en que conviven sin contradicción huesos de burro y sirenas artesanales, objetos que transitan por cursos propios, hasta que quedan atrapados en las ficciones del coleccionismo y en el espacio estático del museo. Navegando un mar amplio de objetos y referencias sin respetar fronteras ni mapas cerrados, Irina Podgorny desmonta sin piedad las narraciones que apresan a los objetos en verdades que no son sino fábulas urdidas en el tiempo de la nación.