«Por primera vez en semanas, estoy aquí sola, dispuesta a retomar mi vida “real”. Eso es lo extraño: que ni los amigos, ni siquiera los amores apasionados, son mi vida real, a menos que disponga de un tiempo a solas para explorar y descubrir cuanto está ocurriendo, o cuanto ya ha ocurrido». May Sarton espera abrirse camino «entre las abruptas y rocosas profundidades para llegar al núcleo de la matriz, donde aún quedan iras y violencias no resueltas. Mi necesidad de estar a solas siempre está en contrapunto con el miedo a todo aquello que sucederá si de repente, una vez adentrada en el enorme y vacío silencio, no puedo encontrar apoyo alguno».