Los distintos relatos que componen El Hotel de la luna, reflejan en su diversidad temática una misma inquietud: el comportamiento del alma en el progreso ciego de los cuerpos. Porque es realmente el mundo de las almas lo que le interesa a Gloria Alcorta, un mundo a la vez fantástico y real, cuyo misterio nunca es tan grande como cuando se deja aprehender por el escritor. La hábil simpleza del estilo de Gloria Alcorta contrasta extrañamente con la complejidad dramática de las situaciones que presenta. Una atmósfera poética poco frecuente le otorga a cada relato una belleza abrumadora.