La idea de una totalidad armónica es el elemento clave en este libro. La naturaleza se nos presenta como un mundo onírico corporizado, una lengua profética (y poética), en la que se encuentran semejanzas, analogías, correspondencias: símbolos de otras realidades.
Los ensayos que reúne esta edición propician al lector fuentes románticas que presentan al romanticismo más allá de su caracterización histórica como movimiento artístico (pero que conforman, en gran medida, sus bases: la idea de una gran totalidad armónica universal, la correlación entre el hombre y el gran cosmos; la naturaleza como lengua poética y profética presentada en jeroglíficos). La retórica fragmentaria de lo romántico, como es sabido, no puede prescindir de lo poético, de lo simbólico, de lo alegórico, de lo mítico ‒tanto en figuras místicas como también en figuras geométricas‒, en su decisión de tomar una distancia crítica de la comprensión matemática de la naturaleza. Si bien la concepción romántica de la naturaleza, en su vocación sistemática ‒aun cuando para nosotros paródica, vocación al fin‒, tiene la huella del pensamiento moderno, está necesariamente cifrada bajo un horizonte diferente.