Entre marzo y diciembre de dos mil trece entrevisté a amigos, escritores, editores y diferentes personas del ambiente cultural que conocieron a Fogwill, con la intención de enhebrar una narración a partir de esos testimonios de primera mano. Cada entrevistado aportó una mirada —necesariamente parcial porque Fogwill tuvo muchas vidas y las vivió todas a la vez— que se complementa, se opone, relativiza, dialoga con la de los otros. Me apuro a reconocer que faltan voces: cubrir las relaciones que Fogwill mantuvo es una tarea inabarcable. El resultado es un texto coral que, sin la pretensión universalista de la biografía ni la ligereza del anecdotario, da cuenta de cómo la memoria colectiva recuerda (construye) a uno de los escritores argentinos más relevantes de los últimos treinta años.