Escrita a mediados del siglo veinte, pero publicada por primera vez más de cincuenta años después, Habitaciones es una obra que puede leerse de múltiples maneras: como un retrato y testimonio de época; como un ejemplo de feminismo avant la lettre; como un recuerdo de provincia; como una autobiografía; como un eco de discusiones e intercambios intelectuales que describen a la cultura argentina.
Mediante cartas, Barrandéguy expone en los sucesivos capítulos sus relaciones afectivas y sexuales y en ese intercambio, que es una búsqueda por explicarse a sí misma, también se construye un relato que desarma los imperativos de su época, que desafía las normas de la sociedad burguesa y la hipocresía de las instituciones y las costumbres.
Irreverente, provocadora, sincera, desprejuiciada, reflexiva esta novela de Emma Barrandéguy hace de la literatura una experiencia. Y viceversa.