Novela inaugural de su trilogía «El principio de incertidumbre», Joya de familia (2001) representa una de las cumbres de la escritura de Agustina Bessa-Luís, donde la disección irónica de la burguesía que nació tras el fin del salazarismo y se afianzó en el poder con la llegada de la democracia se apoya en un estilo moderno, transgresor, que agujerea el tejido narrativo y lo contamina de ensayismo, digresiones y esa deliciosa aforística que pocos como esta secreta escritora portuguesa han esgrimido en la literatura contemporánea. El misterioso cambio de bebés que Celsa Adelaide ejecuta en una noche de tormenta pone en marcha este drama entre ricos y pobres sobre cuyas almas versa la novelística entera de Bessa-Luís y a sus inolvidables e inciertas criaturas, como el inestable António Clara, la calculadora prostituta Vanessa, el arribista y enamorado delincuente Toro Azul, el culto homosexual wittgensteiniano Daniel Roper, o Camila, la «joya de familia», influencia nefasta pero fascinante que, como un irremediable sortilegio, emite la mujer inaccesible que más que vivir su vida desencadena la de los demás.