La existencia de una edad de oro es, ante todo, un sueño, un largo sueño humano que inventa en el origen un tiempo de armonía, belleza y abundancia. Pero, en La edad dorada, publicado por primera vez en 2003, Diana Bellessi no busca recuperar esa sombra de oro que atraviesa los siglos hasta hoy, sino cantar en sus jirones con la voz de los corderos. "Los corderos cantan y voy con ellos, / consagran la tierra vuelta rumor / Donde hay memoria de la matanza hay / un corazón que renace hablando / cavado en la piedra del viviente mar".
-Sonia Scarabelli