“¿Es lo mismo la lengua del capitalismo que la lengua en el capitalismo? Cada una de esas fórmulas remite a distintas estrategias. Mientras que ante la lengua del capitalismo surge la figura de la resistencia, la lengua en el capitalismo llama al pliegue”. Así comienza este libro, y la pregunta se dispara hacia las condiciones mismas de producción de la literatura en la modernidad y nuestro tiempo, que es la pregunta por las discusiones estéticas y los efectos políticos y literarios que estas convelan. Discutir hoy, en la época de “felicidad" de las redes sociales, donde la literatura es solo fuente de “alegría”, sobre -o por- estéticas parece un exotismo. Sin embargo, son discusiones cruciales que definen a la época y sus impensados. La lengua en el capitalismo se detiene en tres momentos: Robinson Crusoe, Bartleby, el escribiente, y Ayer no te vi en Babilonia, de Lobo Antunes, como modos de reflexionar acerca de la tensión entre escritura y capitalismo. Se trata, entonces, de reabrir debates que parecían clausurados, de repensar de un modo crítico nuestro tiempo.