Nagai Kafū es emblema de las contradicciones y los conflictos de una época de cambio. Detestó los procesos de modernización y occidentalización que vinieron con la Restauración Meiji. Exaltó las formas artísticas de Edo y la vida del mundo flotante, con sus teatros, su música y sus geishas. También admiró Francia. En las obras incluidas en esta antología conviven Ihara Saikaku y las canciones de obras kabuki, acompañadas del shamisen, con clásicos chinos y la literatura de Verlaine, Baudelaire y Régnier. Sumamos también una obra posterior en la que aborda otra de las aberraciones que Kafū adjudica a la modernización: la guerra, ese monstruo grande que pisa fuerte.
«Nagai Kafū era la viva reencarnación de Hokusai, el último artista del mundo flotante». Juan Forn
«Su dominio del estilo de la prosa japonesa no solo le trajo fama en su tiempo, sino que lo mantiene vigente aun cuando el mundo que describe pueda parecernos remoto». Donald Keene
«Lluvia triste es un exponente de un género típicamente japonés, en el que Nagai Kafū sobresalía. Es una de sus obras maestras». Edward Seidensticker