Es la historia de una ruptura social, de una hija atrapada entre dos mundos: el de sus padres, proletarios, poco instruidos, que se ganan la vida con el sudor de su frente, y el de los burgueses, educados, con acceso a la cultura, que se ganan la vida sin arrugarse el traje. Existe una brecha entre lo que estos padres entregados se merecen por los sacrificios hechos para criar a su hija y lo que esta niña es capaz de darles. Este desfase conlleva una gran culpa, de la que deriva una gran ira. Violencia de la sociedad que conduce a la violencia de los sentimientos. Es urgente salir de ese yugo. Y la puerta de salida es la educación, la universidad.