¡Cuidado! Estos cuentos del estadounidense Lawrence Schimel están plagados de seres fantásticos: vampiros seropositivos, lesbianas licántropas, drag queens élficas, brujas maricas y un interminable desfile de monstruos, mostras y monstruitos que piden a gritos salir de estas páginas.
Escritos en los noventa, los relatos que integran Mi novio es un duende fueron precursores en tocar los temas tabú de esa década con una perspectiva de género… fantástico.
Traducidos por el poeta Valentín Etchegaray, buscan ayudar a los lectores a reencontrarse con el hada que todos llevamos dentro. ¿Acaso los gays no somos un poco fantasiosos?