Corre el año 1533, la joven princesa Quispe llega desde tierras incaicas a la ciudadela de Samaipata. Una tribu rebelde y guerrera la secuestra en malón y la lleva a territorio mesopotámico. Ella los seduce en el derrotero y pronto se erige como “la diosa que les faltaba”. Así, con esa historia, delirante y delirada, empieza Misiones, de Iosi Havilio.
La novela, dividida en tres partes, se completa con una historia que transcurre en la actualidad y una obra de teatro. La narración abarca las misiones jesuíticas y llega temporalmente hasta lo que queda de ellas: ruinas y documentos. Havilio rescata a un personaje principal de novelas anteriores, Opendoor y Paraísos, para darle cierre a la trilogía con una narración en la que no faltan la maestría y experimentación con procedimientos y una prosa tan sensible como sofisticada, que colocan a Misiones como la cumbre de su obra.