Durante varios meses, Jazmina Barrera y Camila Fabbri se mandan mails al modo de las clásicas correspondencias entre escritores. Lo hacen desde todos lados: el asiento apretado de un avión, una residencia de artistas, las calles de una ciudad de paso o desde sus casas. Así, mientras el tiempo pasa, lento e imperceptible, la conversación se va metiendo por temas inesperados. ¿De qué hablan dos amigas? ¿Qué cuerda invisible anuda a dos escritoras que viven a miles de kilómetros una de la otra? Nuestro plan de fiesta juega a evocar el género epistolar pero lo hace con las herramientas del siglo XXI. Vida personal y vida profesional se solapan en este ida y vuelta, que tiene la intimidad irrepetible de dos mujeres contándose sus cosas y la prosa de dos escritoras llenas de gracia.