El aburrimiento, el paso del tiempo, las tardes de verano, el colegio o los juegos son algunos de los tópicos que circulan por estas páginas, escritas con humor y profundidad. Más que un escritor, Merino podría ser un mago, un ilusionista: el truco está a la vista y, sin embargo, al final de cada texto, nos volvemos a preguntar: ¿pero cómo lo hizo?
«Las columnas de Roberto Merino, que versan sobre algo que él define como ‘la vida sin énfasis’, son piezas perfectas sostenidas en el arte de la contemplación, engarzadas en un estilo feroz y elegante que las transforma en parte fundamental de la mejor literatura chilena contemporánea». — Leila Guerriero