Una tarde calurosa en Chicago, los años 20: Irene Redfield, una mujer brillante, casada con un médico neoyorquino y parte de la vibrante escena de Harlem de aquellos años, se encuentra en el bar de un hotel con Clare Kendry, una amiga de la infancia a quien no ve desde que ambas eran adolescentes. El encuentro es tenso. No sólo porque Irene daba a Clare por desaparecida, sino porque ahora su amiga vive en estado de “passing”, el título de esta breve y perfecta novela. “Passing” significa hacerse pasar por blanca y, en aquellos años de discriminación institucionalizada, era una práctica más común de lo que podemos imaginar para las mujeres negras de piel más clara, y también muy riesgosa. Especialmente para Clare: su esposo, Jack, es un hombre racista que, por supuesto, ignora que está casado con alguien de color. “Passing”, segunda novela de Nella Larsen, ella misma una figura literaria importante en el Renacimiento de Harlem, hija de un hombre antillano y una mujer danesa, se pregunta sobre la raza, la identidad y la ética a través de la frágil amistad entre dos mujeres que no pueden evitar atraerse a pesar de las diferentes y cruciales decisiones que han tomado sobre cómo vivir su identidad, su vida cotidiana, sus amores, sus familias. Larsen elige el vértigo para esta historia, la sensación permanente de riesgo, resentimiento y seducción. Y es hoy tan relevante como hace cien años, porque aún nuestra piel define, en muchas casos limita, nuestros deseos y oportunidades. Mariana Enríquez