Adrienne Rich se asume testigo de lo que ella ve y busca cambiar, ese su rescate, ese su aporte con el fin de destruir una ideología fundamentada en la violencia, en el poder que minimiza y denigra, enfrentando lo terrible con esperanza, con una poesía que sirve de antídoto a la complacencia, al dejar pasar. En este libro escribe, no ya desde una voz en singular; ella crea un teatro de voces donde todas participan como ecos de un movimiento espiritual y psicológico, eco que requiere del movimiento interior que las mueva a actuar. Su obra no deja de ser esencial para todo aquél que se precia, que se salva, que busca estar siempre en un necesario movimiento interior.
Adrienne Rich (Estados Unidos, 1929-2012), reconocida como una de las grandes intelectuales estadounidenses de la segunda mitad del siglo xx, fue también una de las escritoras más influyentes del movimiento feminista. A lo largo de su vida recibió múltiples reconocimientos y destacó especialmente por su actitud ante ellos. Por ejemplo, en 1973, Rich obtuvo el National Book Award, galardón que aceptó en nombre de todas las mujeres «cuyas voces aún no se han escuchado en un mundo patriarcal».