El hombre del cuarto vecino
tiene el mismo mal que yo
cuando me despierto a la noche lo oigo darse vuelta
y después tose
y toso yo
y él vuelve a toser --
Esto sigue mucho tiempo --
hasta que siento que somos como dos gallos
llamándose en un falso amanecer
desde granjas distantes y escondidas.
Katherine Mansfield escribió casi toda su poesía primordialmente con un deseo de expresión y juego, y sin intenciones de revisarla. Por esa razón, sus poemas tienen vívidas facetas autobiográficas y exhiben una notable capacidad de penetración, con arrebotos de ironía cruel y despliegues de una memoria capaz de recuperar el pasado. El carácter marginal de los poemas con respecto al resto de su obra no impide que en ellos florezca una punzante originalidad que amplía la idea de lo que el arte poético es o puede ser.