Tras el rastro animal nos abre una vía de entrada al extraordinario pensamiento de Baptiste Morizot. Con un estilo que mezcla narración en primera persona y argumentación filosófica, Morizot nos conduce desde los bosques del Alto Var hasta las cumbres nevadas de Kirguistán y el parque nacional de Yellowstone en busca de lobos, osos, leopardos, y otros tantos animales considerados salvajes. La práctica del rastreo se une asi a la reflexión filosófica, dando lugar a lo que el autor denomina un «rastreo enriquecido filosóficamente», actividad que permite reconfigurar por completo nuestra relación con los animales y con el resto de losmvivientes: alejada de consideraciones que postulan al animal como un enemigo salvaje al que hay que temer o como un amigo bonachón al que hay que amaestrar, la experiencia del rastreo filosófico nos permite convertir aquella relación en una verdadera «geopolitica» interespecies, que habilite nuevas formas de cohabitar con los no-humanos.
«Rastrear es enriquecer los hábitos. Es del orden del devenir, de la metamorfosis de sé: "activar los poderes de otro cuerpo", según escribe el antropólogo Eduardo Viveiros de Castro, es encontrar en sí la curiosidad saltarina del cuervo, la manera de estar vivo del gusano -acaso incluso, como él, sentir la respiración por la piel-, la paciencia deseante
del oso, o la abastecedora de la pantera, o también aquella otra bien distinta de los lobos padres ante un lobezno turbulento.
BAPTISTE Morizot es escritor y profesor de Filosofía en la Universidad de Aix-Marseille. Entre sus trabajos, consagrados principalmente a las relaciones entre los humanos y los no-humanos, apoyados en prácticas de terreno como el rastreo, se cuentan: Pour une théorie de la rencontre: hasard et individuation chez Gilbert Simondon (Vrin, 2016), Les diplomates: cohabiter avec les loups sur une autre carte du vivant (Wild Project, 2016), Pister les créatures fabuleuses (Bayard, 2019), y Manières d'être vivant (Actes Sud, 2020), de próxima aparición en Isla Desierta.